El primero propuso esconderla en la cima del monte más alto, a lo que le respondieron que no era apropiado pues los humanos tendrían fuerza y podrían encontrarla al subir hasta allí.
El segundo propuso esconderla en el fondo del mar y fue respondido por otro que los humanos podrían construir un aparato para bajar y encontrarla.
Un tercero propuso esconderla en un planeta lejano, pero pensaron que algún día una nave construida por humanos viajaría a otros planetas y en uno de esos desplazamientos se podría descubrir la felicidad.
El más veterano de los duendes había permanecido en silencio escuchando todas las propuestas, y entonces reposadamente habló: “Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren”, dijo el duende sabio. “La esconderemos dentro de ellos mismos; estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontrarán”. Todos estuvieron de acuerdo y no les faltaba razón para ello.
El ser humano se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.
Texto: "El gato encerrado blog"
Feliz primero de mayo.
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Que razón llevas, estamos tan obsesionados con ser felices que ni nos damos cuenta que lo podemos ser si nos relajamos y dejamos de buscarla.
ResponderEliminarbesos
http://pelubellezaymas.blogspot.com.es
que bonito Ro!!! Toda la razón, no valoramos lo que tenemos, sólo lo que creemos que nos falta! y debemos esforzarnos en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas...
ResponderEliminarUn besito bella!
Que precioso!! Me has dejado pensativa... :)
ResponderEliminarBesotes guapa!!
Me ha encantado tu post! muy bueno, muchas gracias por compartirlo
ResponderEliminarhttp://diariodeunzapato.blogspot.com.es/2013/05/aprender-mirar-por-ti.html