PULPO CON CASTAÑAS: UN MANJAR

By Aalto

Hace unos años, en una visita a Coruña, fuimos a comer a un sitio que se especializaba en paellas. El restaurante era una cabaña de madera, muy rustica y encantadora.

Pero había en la carta un plato que nos llamó la atención: Pulpo asado con puré de castañas. A los dos nos encanta el pulpo “a feria”, y sobre todo en Galicia, en cualquier parte de Galicia. No sé porque, pero no sabe igual en otra parte, lo siento…

Como no sabíamos cómo podía ser, nos animamos y lo pedimos.

Un auténtico manjar, que luego repetimos varias veces en casa.

Estas fiestas, después de bastante tiempo, volvimos a hacerlo, y la verdad es que no es nada difícil.

Aquí va la receta de ambas cosas:

Primero empezamos con el puré.

Lo ideal es usar castañas frescas, pero cuando no es temporada se pueden conseguir castañas envasadas, que ya vienen asadas y peladas, en el supermercado (Mercadona, por ejemplo, las tiene).

Si son frescas hay que pasarlas un rato por el horno, haciéndoles previamente a cada una un corte para que no revienten.

¿Cuánto tiempo? La verdad es que ahora no lo sé. A 180ºC/200ºC en menos de media hora debieran estar listas. El tema es que queden de modo que puedan pelarse y estén blandas.

Bien, una vez peladas se ponen en una cacerola con leche y al fuego. Si son envasadas el proceso empieza aquí. Se le puede agregar también un poco de nata de cocinar, siempre quedara mejor.

Se deja hervir unos minutos hasta que las castañas se ablanden todavía más.

Después se retiran de la leche y se pasan por la minipimer hasta hacer un puré, agregándole de a poco la leche que le quitamos para ir regulando la consistencia a nuestro gusto.

Y ya esta.

El pulpo tampoco tiene mucha complicación. Hay que comprarlo crudo y congelado. Esto último es muy importante, la congelación lo hace más tierno.

Se cortan las patas enteras y se ensartan en un palito de los que se usan para hacer brochetas de modo que queden rectos. Esto lo hago porque al cocinarse el pulpo tiende a contraerse y “enroscarse” sobre sí mismo y no me gusta como queda.

Se ponen en una bandeja o asadera con un chorro de aceite y un buen lingotazo de brandy.

Importante: no ponerle sal. El pulpo siempre debe cocinarse sin sal, de cualquier manera que  se prepare.

Se precalienta el horno a 180ºC, y una vez listo se mete el pulpo.

Antes de media hora debiera estar listo. De todos modos hay que ir pinchándolo con un tenedor cada poco para ver si esta tierno y no dejar que se pase o quede crudo. El tiempo de horno depende del peso del bicho, pero lo mejor es ir probando.

Luego, para servirlo, se les quita con mucho cuidado el palito y las patas quedaran rectas, como debe ser, y se salan (acordarse de que se asaron sin sal).

Se sirven las patas, derechitas, con un poco del puré de castañas, un buen Ribeiro o Albariño, y ya esta.

Esto le gusta hasta a los que no les gusta el pulpo, espectacular, prueben, no se lo pierdan.

Que pasen un buen día

Aalto