domingo, 23 de junio de 2013

AVENTURAS DE UN BLOGUERO CONSORTE

blog de moda en valencia. Trucos bloguera, consejos fotografia, bogueras valencianas
by Aalto


Este post es un homenaje a los maridos/novios/parejas de blogueras, entre los que me incluyo.
Yo creía que era el único, pero parece que no.
Hace unos días, en un  “evento”, conocí a algún colega en estas lides y comprobé, horrorizado por ellos y por mí, que muchas de las cosas que me pasaban no me eran exclusivas, sino que eran bastante comunes.
Lo que sigue puede parecer exagerado, y lo es. Mi bloguera particular es un ángel aunque alguna vez, muy pocas gracias a Zeus, me toque sufrir lo que contaré.

Las blogueras, señores, son una especie parecida a la humana, que evolucionó a partir de ésta, pegada a un ordenador, que posee un idioma propio, rituales compartidos, se alimentan de “visitas” y “me gusta” y que nos necesitan en algo que para ellas es fundamental: LAS FOTOS.


Comprobé que a los consortes nos pasa más o menos lo mismo a todos en este tema. Nos toca ser los fotógrafos y, generalmente, no tenemos ni idea de que va la cosa.
Con el tiempo vamos aprendiendo, aunque cuando creemos ya tener medianamente dominado el asunto pasa algo que nos devuelve a la realidad.
¿A que nos enfrentamos los blogueros consortes?

1º.- El “modelito”. Se nos suele someter a un implacable interrogatorio sobre si lo que se pusieron les queda bien o mal.
Si decimos que algo no nos gusta, la respuesta será: Y tú que sabrás de estas cosas…
Si nuestra opinión es que si, que está muy bien lo que se pusieron, las probabilidades se decantan porque les entre la duda y se vuelvan a cambiar de ropa ("outfit", que ya voy aprendiendo).
¿Y por qué dudan si les decimos que están monísimas? Por lo de antes: Y tú que sabrás de estas cosas…
Como ven no hay opciones

2º.- El “emplazamiento”. Elegir un sitio es harto complicado.
Por definición no hay ninguno que sea perfecto, por lo que la elección que hagamos casi nunca cumplirá con las expectativas. Las de la bloguera, no las nuestras, porque recordemos: Y tú que sabrás de estas cosas…
Creo que lo ideal sería montar una especie de photocall en casa, pero la mayoría no tenemos sitio.
Aunque no sería una solución porque se repetirá en los post y tampoco es plan.
Nada, caballeros, toca armarse de paciencia, poner buena cara y a hacer lo que se pueda.


3º.- La “gente”. Aquí sí que puede haber más variantes y esto me cuesta mucho entenderlo.
Les suele dar mucha vergüenza que en el momento de hacer las fotos haya personas alrededor y que esta gente las mire.
Lo que mi comprensión no es capaz de asimilar es que en ese momento, el de la foto, no les gusta que las miren, pero luego cuelgan esas fotos en internet justamente para que las vean la mayor cantidad de gente posible.
La naturaleza femenina es muy compleja para mí.
Una acotación al margen: también es cierto que hay gente y "geeeeeente", así, con acento en la g. ¿Es que no tienen otra cosa que hacer? ¿Se les perdió algo, y justo aquí, donde estamos sacando fotos? ¡Por favor señores, que no regalamos nada!

4º.- La “foto”. Después del interrogatorio de aprobación del “look” (otra palabrita que enriqueció mi vocabulario), de elegir, generalmente mal, el sitio, de esperar que la gente se vaya, o que no venga, o pase, o lo que sea ... hay que sacar las fotos.
Juro que tratamos de hacerlo lo mejor que podemos y sabemos. Pero señores, nunca lo haremos perfecto, asumámoslo.
Tenemos muy poco tiempo, hay que hacerlas a la carrera, en cualquier momento puede aparecer alguien. La variables son infinitas.
Podemos hacer 50 fotos seguidas, 49 bien, que justo la que salió mal era la única que quería poner en el post. 
Ya lo sabemos, por eso mi consejo es no hacer 50 fotos… hagamos 100.


5º.- Los “detalles”. ¿A que me refiero con esto?
Ya bastante complicado lo tenemos en el momento de hacer la foto para además fijarnos en los detalles. Que si se ve un tirante del sujetador, que el bolso le tapa no sé qué de la blusa, que el cinturón no se ve bien, que si los zapatos, que si el peinado, que una arruga, que una sombra, que un botón, etc., etc.
Claro, todo esto se ve DESPUÉS de sacar la foto, pero entonces caballeros: ya es tarde.
Señoras, ¿nunca les dijeron que los hombres tenemos una capacidad de atención limitada y sobre todo con los detalles? ¿Aún no se dieron cuenta que vamos “a bulto”, y que somos felices así?
Sin embargo esto tiene un lado bueno, a mí me empujó a aprender a usar el photoshop, programa que de otro modo dudo que me hubiera interesado, salvo que me hubiese dedicado a retocar fotos de políticos para divertirme, cosa que no descarto.

6º.- La “comparación”. Otra cosa que tenemos que asumir es que siempre hay alguien que sacara las fotos mucho mejor que nosotros.
Pero no nos engañemos, a esos “alguien” les dicen lo mismo que a nosotros, y si ellos son nuestros ejemplos a seguir, no duden que nosotros lo seremos de ellos, seguro.


En resumen, la vida del bloguero consorte es muy sufrida.

Espero que estos comentarios les hayan arrancado una sonrisa y que pasen un buen día.
Y por cierto, acuérdense de sus blogueros consortes que con todo el amor del mundo 
hacen lo que buenamente pueden por ustedes y sus  blogs.

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Aalto

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