sábado, 4 de agosto de 2012

PEQUEÑAS CATÁSTROFES DOMÉSTICAS

Hay verdaderos problemas que te van surgiendo en la vida y realmente son PROBLEMAS (en mayúsculas) que pueden llegar a sumirte en una crisis existencial y/o que te llena de dolor inconsolable, como puede ser la pérdida de un ser querido, la pérdida del empleo, padecer una grave enfermedad bien tú o alguien cercano, perder tu casa en un incendio o embargada por el banco, que tu relación sentimental de años se rompa... y así hasta el infinito, porque las verdaderas desgracias, por desgracia (valga la redundancia), son muchas y variadas... 


Pero luego hay días, que no es que tengas problemas de ésos con mayúscula, sino que parece que no sale una a derechas. Van sucediendo pequeñas cosas, sin extrema importancia, pero que dan mucho la lata: que se te averíe el coche (o lavadora, o nevera, o algún otro artilugio o electrodoméstico "vital" en nuestra vida moderna), que llueva justo el día X (el día de tu boda o la de un ser querido, el día que tenias organizada esa excursión con tu pareja o amigos, el día de playa que tenias planeado en tus vacaciones...), o que se te queme la comida (si es justo cuando tienes invitados, suma 10 puntos!), o que pilles un atasco al ir al trabajo, cuando llegues se te caiga el café en la camisa y para colmo, tu jefe te eche la bronca en la reunión de ventas porque no has llegado al objetivo... todo así, de corrido...


O que suceda todo lo anterior junto que es habitualmente lo que suele suceder en éstos casos, de ahí viene la tan oida frase: las desgracias nunca vienen solas.


Ayer fue de esos días: me pongo a trabajar en la configuración del blog a las 8 de la mañana. Lo único que tenía que hacer era instalar la insignia de Facebook, con el botón "Me gusta" enlazada con la nueva pagina de Facebook que debía crear para el blog, y corregir el mal funcionamiento que me está dando Linkwithin, que sólo me enlaza con un post, en lugar de varios, como es su cometido.


Pensé que tardaría una hora o dos a lo sumo. Pero después de mirarme mil tutoriales e intentarlo cientos de veces sin resultado, me dieron las doce y media. Cuatro horas y media después de haber empezado la tarea, estaba en el punto de partida y con un cabreo monumental. ¡Caray! ¡que sólo quería poner un puñetero "Me gusta" en el lateral! ¡ni que estuviera haciendo una tesis doctoral del boson de Higgs! 


Así que con esa sensación de ser más torpe que Sergio Ramos con una copa en la mano, subo a mi estudio/habitación de invitados/biblioteca/gimnasio (ya sabeis que lo último es tener espacios adaptados y multifuncionales, y a mi a moderna no hay quien me gane) a quemar un poco de adrenalina (mala leche, vamos) dándole un rato a un saco de boxeo que tenemos colgado (¡¡¡tengo uno, palabrita!!! empezó siendo una excentricidad de mi chico, pero he acabado usandolo yo más que él).


Cuando de repente en mitad del "combate", se me cae el saco encima. No sufrais, estoy bien, pero el susto que me dió fue de órdago. Yo esperaba que me plantara más cara, pero se rindió a la primera de cambio, el muy cobarde.



Como no me había deshecho de mi frustración (no me dió tiempo, se cayó con tan sólo tres envites), me voy a mi chico y le exijo una explicación: ¡como instalador oficial de sacos de boxeo en casa, ha incumplido la norma básica de seguridad y salud!


Yo: ¿Como has puesto esto tan mal que se ha caido? ¡Caray, me podía haber hecho daño!
(Ésta es más o menos la traducción de lo que realmente salió por mi boca a grito pelado: cagüentóloquesemeneajoecariyatevalequemepodiahabermataohombrepordios).

Él: ¿Pero cariño, te lo has cargado? ¡Si la sujección es la mejor y estaba super bien anclado! ¿Tan fuerte le has dado?

Yo: ¡Ah claro, he sido yo! pero si yo no llego ni a peso mosca... si acaso peso mosquito...


Ahí ya nos empezamos a tronchar los dos, que es otra forma de liberar tensiones (y más placentera, por cierto) y no podíamos parar.


A lo largo del día me fueron sucediendo otras "catástrofes domésticas", que hicieron de ayer el típico día que dices: vaya tela, si lo sé no me levanto...


No os las cuento porque saldría un post muy largo y porque es mejor olvidar esas minucias y centrarse en que soy afortunada: sobreviví a un posible aplastamiento por saco de boxeo. ¡Esas cosas deberían salir en el periódico!



¿Que catástrofes domésticas habeis sufrido vosotras últimamente?

Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.
Os deseo un feliz día (sin catástrofes...)

Ro100



PD: Por cierto, si alguien entiende un poco de blogger y me ayuda para instalar el dichoso botón "Me gusta" de facebook en el lateral del blog, o para que funcione bien el Linkwithin, se lo agradeceré eternamente.



7 comentarios:

  1. Que susto lo del saco, no?

    Yo también soy de las que voy empalmando "mini catástrofes" una detrás de otra: la peor racha hasta ahora (tocaremos madera) fue cuando se me rompieron seguidas la plancha (aproveché para comprarme un centro de planchado) la lavadora (que ya me fastidió más) y el coche (que me remató, porque tuvimos que comprar otro), así que espero que de momento todo se vaya quedando en perder la tapa de los zapatos y cosas así.

    Un besazo!!!

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  2. jeje me has hecho reír con tu narración.. sí, lo importante es ir sobreviviendo a estas pequeñas catástrofes - y a otras peores-

    besitos

    curre

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  3. Rocío guapa! Vaya día el de ayer. Yo también he tenido alguno parecido .... pero es mejor tomárselo a broma. Aunque cuando pasa una cosa tras otra de gracia tiene poco je je , te lo digo por experiencia.
    Un besazo.

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  4. !Hola Ro!
    Acabo de ver tu nuevo bloc y qué alegría saber de tí. Fui seguidora de tu anterior bloc que me parecía simpático, nada pretencioso y sobretodo, sincero. Me alegro de que sigas ahí me tenías preocupada!
    Besos
    Mon

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  5. CATY!! pues también fue mala racha la tuya!!! pero al menos tuviste la excusa para comprarte el centro de planchado!!! ves, como siempre hay "lado bueno", jajajajaja. Si que me pegó buen susto el dichoso saco!!! pero no pasó nada, y eso es lo que cuenta!!! Un beso enorme!!!


    CURRE, si tu sabes mejor que nadie que a veces se nos tuercen las cosas... y va una detrás de otra!!! jejejeje. Me alegro que te haya gustado la entrada de hoy!!! un beso enorme preciosa!!!

    MARTA, si es cierto que esas cosas hay que quitarle hierro... porque sino, lo que nos faltaba!!! jejeje. Te mando un besazo tesoro!!!

    MON, que alegria que podamos seguir en contacto por aqui!!! que bonito lo que me cuentas!!! ains, que yo me emociono enseguidita!!! pues ya ves que seguimos dando "guerra", así que cuento contigo mi niña!!! Un besito corazón!!!

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  6. Hola Ro preciosa muy buenos días y muy feliz siempre madre mía vaya subidon te daría los pequeños inconvenientes cielo porque fíjate que si los miramos así en ves de grandes catástrofes puede que lo veamos como tu me has enseñado con humor.
    Un besazo tesoro eres grande, guapa.

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  7. Hola Ro:
    Casi me troncho, no he podido parar de reír con lo que nos cuentas, que razón tienes ...
    Como dice mi maridín "cuando la semana está de piojos, es bobada rascarse, pues eso, que a veces todo se tuerce pero hay que tomárselo con humor, si señor.
    Ya te lo he dicho pero me encanta el nuevo blog y me gusta más como salen ahora los comentarios, TE FELICITO. Y menudo ritmo de entradas, no paras ehh
    Besos
    Nu

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